- Escoge el sabor de gelatina de fruta que más te guste. Puedes encontrar una variedad de sabores en tu tienda local.
- En un tazón grande, vierte el contenido del paquete de gelatina.
- Agrega 2 tazas de agua hirviendo a la gelatina. Revuelve bien hasta que la gelatina esté completamente disuelta.
- Si deseas que tu gelatina sea más dulce, puedes agregar azúcar al gusto en este punto y mezclar hasta que se disuelva por completo.
- Añade 1 taza de agua fría a la mezcla y revuelve nuevamente.
- Deja que la mezcla de gelatina repose durante unos minutos para que se enfríe un poco antes de agregar las frutas. Esto evitará que las frutas se cocinen o se hundan en la mezcla caliente.
- Coloca las frutas picadas en el fondo de un molde para gelatina o en moldes individuales si lo prefieres. Puedes usar una variedad de frutas o una sola, dependiendo de tu preferencia.
- Vierte suavemente la mezcla de gelatina sobre las frutas en el molde.
- Refrigera la gelatina durante al menos 3-4 horas, o hasta que esté completamente cuajada.
- Una vez que la gelatina esté firme, puedes desmoldarla si lo deseas o simplemente cortarla en cubos y servirla directamente desde el molde.
¡Y eso es todo! Tienes una deliciosa gelatina de frutas lista para disfrutar. Puedes servirla como postre o como una refrescante opción para un día caluroso. ¡Buen provecho!